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“Me diagnosticaron un Linfoma No-Hodgkin en diciembre de 1988, después de una cirugía exploratoria. Estaba ubicado en el mediastino y comprometía órganos vitales, por lo tanto no se pudo extirpar. Comencé con quimioterapia en enero de 1985; en mayo, faltándome la última aplicación, me hice una T.C. con el milagroso diagnóstico de remisión completa. Mi médico onco-hematólogo es el Dr. Eduardo Dibar. Hasta los primeros 5 años los controles fueron frecuentes, espaciándose con el tiempo. Visitaba el consultorio una vez por año, luego cada dos años y actualmente, hace más de tres, que no voy. La necesidad de volver, era mía pues necesitaba, su reafirmación sobre la cura del linfoma. Hoy han pasado 21 años, y muchas veces llego a olvidarme que estuve enferma de cáncer. Un buen diagnóstico, un médico sabio y amoroso y las ganas de vivir pudieron lograr este presente. Los enfermos de hoy, tienen mas información, diferente y nuevos tratamientos; creo que hubo avances muy importantes en estos últimos años y por lo tanto más esperanza. Me resulta muy difícil transmitir mi experiencia por este medio, no puedo expresar plenamente todo lo que siento y viví. Mi familia, esposo, 4 hijos y 6 nietos fueron y son fundamentales en mi recuperación, es lo mejor de mi vida.” Elina tiene Linfoma No-Hodgkin en remisión desde 1985. Foto: Ignacio Sanchez (hijo de Elina) |
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