Cuando se diagnostica un linfoma, los pacientes encontramos difícil pensar en qué necesitamos y en qué queremos saber. Las preguntas siguientes pueden ayudar a iniciar una conversación con el médico para conocer mejor la enfermedad...
Los efectos físicos de la enfermedad y del tratamiento pueden ser bastante duros, y el impacto emocional de tener cáncer igualmente desafiante. Sin embargo, hay muchos tipos de ayuda disponible a través de los diferentes miembros de su equipo de atención médica...
Cuando se diagnostica un linfoma, la primera reacción suele ser de desánimo. El desconocimiento de lo que nos ocurre y el miedo a lo que puede implicar son factores que no ayudan a actuar de una manera positiva ante la enfermedad...
Es importante asistir a las consultas con un familiar o amigo, que será de gran ayuda para tener más información y recordar las indicaciones del médico y sus explicaciones.
Es muy útil tomar notas y pedirle al médico que nos informe más acerca de los puntos que generan mayor inquietud para entender mejor lo que nos está diciendo...
Los pacientes que se preocupan por los efectos del tratamiento en su capacidad para tener niños, deben tratarlo con el médico antes de iniciar el procedimiento.
En muchos casos por desconocimiento, estar con otras preocupaciones, el que tener hijos no se encuentre en los planes del momento, o según la etapa vital que se atraviesa, la preservación de la fertilidad no es contemplada...
Hay que seguir estrictamente los controles médicos aunque no se esté bajo tratamiento o la enfermedad no se manifieste. Es la mejor garantía de que el proceso se mantiene bajo control...
Si se practica deporte o se pasea al aire libre, hay que tener cuidado con el sol especialmente entre las doce del mediodía y las cuatro de la tarde. Los tratamientos contra los linfomas pueden ser fotosensibilizantes y producir respuestas alérgicas al sol...
Se puede continuar trabajando y con las actividades diarias si el estado general lo permite. De todos modos es importante adoptar un horario que permita momentos de descanso, porque no es bueno exigir al cuerpo y mente más de lo que puede...
Conocer en todo momento nuestro estado de salud y el tratamiento que debemos recibir nos ayuda, de manera natural, a aceptar la enfermedad y a realizar todos los esfuerzos para superarla, con empeño y decisión; factores muy importantes para una evolución favorable. Todo ello nos permite normalizar esta nueva situación e incorporarla a nuestra vida cotidiana.
Para más información recurra a la Guía para Pacientes y Familiares (aquí)