Para Claudia Bulzomi una pasión es lo que la hace distraer e inspirar. Cada cumpleaños, todos los invitados esperan el tronquito. Puede ser portalápices, portasahumerio, sonidos del viento, llaveros...
A su hijo Ezequiel, le encanta ver fútbol y jugarlo. Vive con una pelota entre sus pies. Marina, en cambio, descubrió hace años que le encanta bailar árabe, no lo muestra, sólo lo disfruta bailando. Y Claudia con ellos.